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Velada boxística: Gerardo Vergara ganó por puntos y Juliana Basualdo se impuso por un amplio margen

En una sólida actuación, Vergara (ahora 15-0, 9 KOs), que fuera monarca fedebol superwelter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), fue de menor a mayor para doblegar al experimentado Ramírez (24-6-1, 6 KOs), actual N° 2 del ranking argentino superwelter, que fuera campeón latino e internacional welter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) -incluso con victoria en Inglaterra-, fedebol welter AMB. Luego de un mejor inicio del retador, el campeón puso las cosas en su lugar. Con decisión, se adueñó del centro del ring y la iniciativa. Por más que desde el primer round debió soportar una profusa hemorragia nasal, jamás se detuvo.

Vergara y Ramírez previo al combate.

Llevó continuamente sobre las cuerdas al desafiante y fue descargando combinaciones de ganchos al cuerpo y potentes izquierdas ascendentes, cruzadas y boleadas al rostro. Con el paso de los capítulos, las diferencias se extendían. Con un Ramírez, exhausto, la energía le duró solo dos episodios. Así, el apodado “Tifón” perpetuó su dominio. Castigó a un “Chacarero” que terminó padeciendo el trámite. Por eso, con la campana final, no había dudas del vencedor. Las tarjetas de los jueces expresaron la unanimidad, al decretar: Enrique Ferrero 96-94, Jorge González 97-93½, y Rodolfo Quiroga 96-94, todas para Vergara.

Por su parte, Basualdo controló la pelea en todo momento. Con su boxeo agresivo, mayor alcance de brazos y la contundencia de sus envíos, dejó rápidamente en claro su favoritismo. De entrada, la local conectó un largo y preciso cross zurdo al mentón de Taborda, con que la sentó en el tapiz. Tras ello, se adueñó completamente del ring. Sus punzantes izquierdas rectas, cruzadas y ascendentes encontraban siempre destino en el rostro rival. A ello, se sumaban sus ganchos a las costillas con que iba minando la resistencia de Tabora. Con el paso de los rounds, fue extendiendo las diferencias. De tantas frustraciones, y ante reiteradas infracciones, en el octavo llegaría el descuento de punto para la visitante. La apodada “Profeta” tenía el resultado en su bolsillo. Así, perpetuó su dominio hasta el final, y se colocó su primera faja en su tierra.

Juliana Basualdo durante sus entrenamientos.

A los 30 años, Basualdo, santafesina residente en Villa María, que llegaba del 17 de septiembre doblegar a Yésica Bopp en fallo dividido, lo que le valió llegar al N° 1 del ranking argentino gallo, conquistó su primera corona.

 

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