En un contexto de crisis nacional, la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) se convirtió en un epicentro de resistencia y lucha por una educación pública de calidad. El pasado 14 de octubre, una asamblea interclaustro reunió a estudiantes, docentes, nodocentes y representantes de la comunidad local para trazar un camino hacia la visibilización y el acompañamiento de los sectores más afectados.
La toma del Rectorado el 10 de octubre fue solo el comienzo de una movilización que busca abarcar no solo los derechos estudiantiles, sino también los problemas estructurales que afectan a la sociedad en su conjunto.
La situación de los salarios de docentes y no docentes, el ingreso de jubilados, el presupuesto universitario y nacional, y el financiamiento de investigación y salud pública son solo algunos de los desafíos que se buscan abordar.
Conscientes de que la lucha no es solo de la universidad, sino de toda la sociedad, se han planeado acciones que buscan generar un acercamiento con la comunidad. Ollas populares, acompañamiento a jubilados, colectas de alimentos y eventos culturales serán algunos de los espacios donde se construirá esta alianza.
La universidad se abre así a la comunidad, invitándola a sumarse a esta lucha colectiva por una educación que sea verdaderamente pública, gratuita y de calidad. En un momento de crisis, la UNVM se erige como un símbolo de resistencia y esperanza para un futuro mejor.