En el marco del programa Escuela Recicla, el intendente Martín Gill presentó 26 juegos de campanas de separación diferenciada que serán emplazados en diferentes barrios de la ciudad. El proyecto forma parte del Programa de Desarrollo Integrado, que cuenta con financiamiento de la Unión Europea y del Banco Interamericano de Desarrollo, y es un “compromiso que la ciudad de Villa María asume para crecer como ciudad sustentable y con conciencia de economía circular”, explicó el mandatario local en inmediaciones del Polideportivo Municipal Guillermo Evans.
Las campanas de separación diferenciada estarán destinadas para residuos secos, siendo ubicadas en sectores públicos cercanos a instituciones educativas, incluso dentro de la misma escuela en algunos casos. La idea es que “la comunidad educativa y los vecinos comiencen a entender este nuevo paradigma que es solucionar los problemas ambientales”, detalló el subsecretario de ambiente, Germán Tissera. A partir de esta premisa, las campanas serán de color azul para papel y cartón; mientras que las de color amarillo serán para descartar aluminio, plástico y vidrio. Al separar esto queda el residuo orgánico que puede convertir en compost, disminuyendo el volumen que ingresa al vertedero municipal.
De esta manera, el titular de la cartera de Ambiente remarcó la importancia de “disminuir el consumo de recursos primarios, poder reutilizarlo y transformar la basura en residuo”, fomentando con esto “la reactivación del circuito comercial, disminuyendo los enterramientos y depósitos sanitarios”. La iniciativa de las campanas de reciclado tuvo sus comienzos en el programa Clubes Verdes. Actualmente se busca darle continuidad expandiendo sus límites hacia las instituciones educativas, para generar conciencia y que cada vez sean más los vecinos y vecinas que se acerquen a depositar sus residuos domiciliarios, separando y reciclando en este circuito sustentable.