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Con el apoyo de la militancia y 40 intendentes, Martín Gill cerró la campaña.

Acompañado de Natalio Graglia y Pablo Rosso Martín Gill cerró la campaña de FDT en Villa María.

El cierre tuvo lugar en Mundo Rojo y cerca de las 20 y 30 dio comienzo el último tramo de la campaña electoral para que el próximo domingo 14 de noviembre los argentinos y argentinas coloquemos en la urna el nombre de quienes serán los próximos diputados y senadores de la nación.

Con un nutrido y amplio número de militantes y 40 intendentes de la provincia de Córdoba Martín Gill puso fin al trayecto proselitista.

Con un discurso encendido pero hablando de unidad el primer orador fue el intendente interino Pablo Rosso donde refirió a “Queremos un peronismo unido, queremos una provincia fuerte, que crea en la producción, que crea en el diálogo, que crea en la industria, que crea en el conocimiento, que crea que es posible dialogar”.

Por su parte Natalio Graglia no escatimó  elogios a la hora de hablar de su par Martín Gill donde afirmó: “No abundan dirigentes de la talla tuya, créanme cuando les digo que es el mejor dirigente, con mayor proyección en la provincia de Córdoba”.

El cierre estuvo a cargo de la figura de Gill donde hizo referencia al histórico desencuentro entre la provincia y la nación aludiendo que:
“todos los días redoblamos los esfuerzos para hacer que la Argentina y Córdoba estén cada vez más unidas”.

En diálogo con la prensa el candidato a diputado dijo que “las próximas elecciones son importantes pero no es el fin del mundo” y aseguró estar conforme con la territorialidad alcanzada.

A pocas horas de que comience la denominada veda electoral Villa María fue el centro de la finalización de campañas políticas del peronismo.

El peronismo cordobés llega a las elecciones del próximo domingo llevando sobre sus espaldas una elección PASO poco favorable, con dos candidatos que son de la ciudad, dos candidatos que ocuparon el sillón de Viñas.

Las asperezas que hay entre provincia y nación repercutieron en la ciudad durante el desarrollo de la campaña en un especie de ring de boxeo electoral. La ciudad y sus votantes son terreno fértil para cualquiera de los dos candidatos.

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