Tanto Chile como Perú mostraron en este partido un notable déficit ofensivo. Lo poco que generaron lo hicieron mediante pelotas paradas o alguna jugada muy aislada. Si bien Bravo terminó siendo figura, el arquero chileno se aprovechó también de las definiciones con poca puntería de Lapadula. El 0-0 terminó siendo lo más justo, aunque mucho más preocupante para el equipo de Gareca.
En el primer tiempo se vio lo mejor de Chile, el próximo rival de Argentina. Controló la pelota y contó con la chance más clara del paetido. Alexis Sánchez conectó solito un centro desde la izquierda y de zurda la mandó por arriba del travesaño. Fue poquito, muy poquito lo de los chilenos. Se pararon 4-2-3-1 con Alexis por detrás de Vargas y Pulgar como el principal volante. Quizá la falta de trabajo, porque el proceso de Gareca apenas llevaba un puñado de amistosos hasta el debut de ayer atentó contra el nivel de Chile, que lejos está de aquella generación dorada que se consagró.
De cara a lo que viene, ni Chile ni Perú asoman como rivales que pudieran hacerle daño al equipo campeón del mundo. Y Canadá, que para muchos es la Ceniciente del grupo, está en condiciones de pelear en serio por el segundo lugar.
