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Argentina mostró una cara renovada en cuanto a idea y nombres, en este refresco post pandemia y sin dudas se hizo notar en el juego pero de todas maneras pudo ganarle a un Chile cauteloso, pero al final dividieron puntos  al igualar 1 a 1. El partido fue en concepto de la 7° fecha de las Eliminatorias Sudamericanas camino a Qatar 2022, jugado en el estadio Madre de Ciudades de Santiago del Estero. 

El elenco albiceleste no mostró su mejor versión pero se dio el lujo de mostrar nuevos elementos de cara al futuro, como un solvente Cristian Romero, las entusiastas apariciones de Lisandro Martínez, Julián Álvarez y Nahuel Molina, un De Paul todo terreno y un Lionel Messi intermitente, que hizo las más claras para ganar pero no logró la pólvora y la eficacia de otros tiempos. Así y todo el equipo sigue en zona de clasificación, mientras prepara su planificación para el partido del martes en Barranquilla ante Colombia.

La inactividad hizo mella en la confianza y en la precisión a la hora de jugar en la Selección, porque sin dudas no tuvo la seguridad a la hora de jugar de otras ocasiones. Pareció como un plan improvisado, como apuntando a la calidad individual por encima de lo colectivo, y rara vez pudo encontrar espacios ante el cerrojo chileno. Hasta el borde del área podía tener nitidez pero perdía señal a la hora de ejecutar.  Fue Argentina quién rompió la monotonía con el gol de Messi de penal (falta de Marián sobre Lautaro Martínez, vía VAR) aunque la alegría duró poco: una desatención defensiva en una pelota parada le permitió empatar a Alexis Sánchez, tras un pase al medio de Medel.

 

El “Cuti” Romero, consolidación y rendimiento de Selección

Algunos entendidos y cercanos a la toma de decisiones en Talleres entienden que la trascendencia que tomó Cristian Romero le costó la cabeza a Adrián Ávalos en las Divisiones Inferiores. Es que le facturan el hecho de que haya quedado en libertad de acción para después emigrar a Belgrano y llegar a jugar en el Calcio Italiano y la Selección argentina. Quizás son mitos. Pero, de todas formas, al ver la prestancia y la solvencia que mostró en su debut, allá en 2016, con apenas 18 años, y dejando en el piso en el primer cruce a un potente Germán Denis, muchos abrieron los ojos con asombro y por barrio Jardín comenzaron a cuestionarse si no se trató de un error.

Lo fue. Hoy, con 23 años, fue elegido mejor defensor de la Liga de Italia tras su gran temporada en Atalanta, y como corolario de todo ese esfuerzo, se ganó la convocatoria a la Selección argentina. A la mayor, de la mano del DT Lionel Scaloni, porque el “Cuti” ya había tenido citaciones para Sudamericanos Sub-20 y hasta figura en lista para disputar los Juegos Olímpicos en Tokio 2021.

Una carrera vertiginosa, ascendente, que tuvo algunos bajones solamente en su tercer año en Belgrano, justo en la época que fue vendido al Genoa por 1.700.000 euros.

Pero a pura personalidad logró revertir aquellos comentarios desconfiados, de que se trataba de un “producto inflado” para hoy ser una realidad.

Ya en Italia, en sus primeros pasos, además de mostrar solvencia en juego aéreo en las dos áreas, fue noticia por una férrea marca y una falta “táctica” sobre el estelar Cristiano Ronaldo, como si fuera un experimentado de años. 

En apenas 20 partidos cosechó elogios de toda la prensa además de ganarse una nueva transferencia, al poderoso Juventus en este caso, por una cifra cercana a los 20 millones de euros (cifra no del todo oficializada) aunque fue cedido a Atalanta con la finalidad de que ganar más minutos de juego. Allí encontró su pico máximo de rendimiento, jugando como líbero en una línea de tres defensiva bien definida, con capacidad para salir jugando y velocidad en los cierres. Logró a puro convencimiento el respeto de sus pares y hasta consiguió ser protagonista de una jugada viral, con su gran cruce ante ese mastodonte llamado Romelu Lukaku, saliendo bien parado.

 

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